La valoración empresarial se basa típicamente en tres métodos principales: el enfoque de ingresos, el enfoque de activos y el enfoque de mercado (ventas comparables). Entre los enfoques de ingresos se encuentra la metodología de flujo de efectivo descontado que calcula el valor actual neto (‘VAN’) de los flujos de efectivo futuros para una empresa. Como alternativa al enfoque de capitalización de ingresos más abreviado, esta metodología es más relevante cuando las condiciones operativas futuras y los flujos de efectivo son variables o no se proyecta que sean materialmente consistentes con los niveles de desempeño actuales.