Una hipoteca global puede ser una excelente opción para muchos compradores de viviendas. Una hipoteca global suele ser bastante corta, con un plazo de cinco a siete años, pero el pago se basa en un plazo de 30 años. Suelen tener un tipo de interés más bajo y pueden ser más fáciles de conseguir que una hipoteca fija tradicional a 30 años. Sin embargo, hay que tener en cuenta un riesgo. Al final del plazo del préstamo tendrá que pagar el saldo pendiente. Esto suele significar que deberá refinanciar, vender su casa o convertir la hipoteca globo en una hipoteca tradicional a los tipos de interés actuales.